Estos arbustos de rosas pertenecen a la familia Rosácea y crecen en dos paises distintos: Bulgaria y Marruecos. Sus aceites esenciales se extraen de los pétalos de las flores. Se necesitan tantos pétalos para crear el aceite, que el aceite puro es muy caro, por lo que el uso de agua de rosas es más común. El potente aroma de aceite de rosas hace que sea uno de los más vigorosos y más apreciados.

La lista de aceites esenciales que funcionan bien con éstos puede ser practicamente interminable, ya que estos dos aceites son extremadamente flexibles a la hora de mezclarlos. Una lista incompleta sería más o menos ésta: bergamota, camomila, salvia clara, ciprés, geranio, jazmín, enebro, perejil, patchoulí y sandalo.

El potente aroma del aceite de rosa lo convierte en uno de los más poderosos y queridos por las mujeres, sin embargo no resulta ser el favorito de la mayoría de los hombres. Es tan suave que puede usarse sobre las pieles más sensibles y con niños muy pequeños.

Uso principal: para tratar las pieles sensibles que estén secas. Sobre las pieles maduras ayuda a reducir los signos de envejecimiento. En pieles grasas, reduce el enrojecimiento. Tiene un efecto calmante sobre la cuperosis. Suaviza las durezas, las grietas y la sequedad de manos y pies.